Félix Espoz. Santiago de Compostela.
La buena gestión de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha hecho que su presidente repita en el cargo y que haya tenido la oportunidad de plantear en la Asamblea General las líneas estratégicas para los próximos cuatro años, en unos momentos en los que se exige a la profesión una eficiencia máxima.
¿Cómo ha ido la Asamblea?
La Asamblea recoge la acción de la Junta Directiva en el último año y, de alguna forma, revalida la confianza de los socios en lo realizado. En este sentido, en esta Asamblea se ha explicado qué plan estratégico vamos a realizar en los próximos cuatro años y, también, qué hechos y datos podemos constatar sobre los proyectos que veníamos realizando en años anteriores.
En definitiva, se ha puesto de manifiesto que gran parte del proyecto que teníamos se ha realizado y que contamos con un proyecto nuevo que aporta líneas de trabajo muy importantes. Sin olvidar la participación de los socios en la realización de estos proyectos (más de un 30 por ciento), a través de los grupos de trabajo. Además, contamos con un incremento del 25 por ciento en la incorporación del número de socios en la Sociedad en los últimos cuatro años.
Ha sido reelegido…
Era una candidatura única. Nuestro modelo consistía en aprovechar parte de la experiencia (repetíamos dos) e innovar con nuevas incorporaciones que aportaran un valor añadido a la organización.
Muchas veces no nos damos cuenta lo que significa que haya una única candidatura. Más allá de la voluntad de participar en una sociedad, en una tan participativa como esta siempre ha habido alternativas y candidatos dispuestos a ejercer el liderazgo. Creo que el que haya habido sólo una candidatura (con anterioridad sólo un presidente había repetido en su cargo a lo largo de la historia de la sociedad), demuestra la confianza de los socios hacia el proyecto que hemos hecho y la confianza personal hacia el proyecto que vamos a hacer.
¿Háblenos de las líneas a futuro?
Nuestras líneas de trabajo se mantienen en aquellas áreas que habíamos establecido, la mejora de la cartera de servicios a los socios e incorporamos el desarrollo de bases de datos de información de medicamentos, que puedan servir a todos los hospitales para los sistemas de prescripción electrónica asistida.
En el área de ciudadanos, incorporamos en el proyecto la necesidad de crear un área específica y la interrelación con asociaciones de pacientes, para ayudarles en la toma de decisiones desde un mayor conocimiento de la farmacoterapia que va a ser aplicada. En un modelo cada vez más participativo, el paciente necesita saber más sobre qué tratamiento va a recibir.
En docencia, mantenemos el compromiso con todos los programas que hemos establecido en los últimos años, que han sido extraordinarios. Y la voluntad en investigación de desarrollar un proyecto anual que mida la seguridad clínica relacionada con el uso de los medicamentos.
¿A qué retos se enfrenta la Farmacia Hospitalaria?
Lo que venimos haciendo y reconsiderando en los últimos años. La necesidad de hacer reingeniería de nuestras propias estructuras y procesos para intentar que los pacientes reciban la farmacoterapia más eficaz, segura y eficiente. En estos momentos la eficiencia es más necesaria que nunca. Es decir, recibir los mejores tratamientos, con la calidad adecuada, con eficacia y seguridad razonables y, desde luego, al mejor coste.
¿Cuáles serían las mayores amenazas?
Las que tienen que ver con el propio sistema financiero del país. La posibilidad de que la disminución de la solvencia económica se traslade al sistema sanitario y que algunos derechos y cartera de servicios puedan verse comprometidos.
Para minimizar estos riesgos es importante poner en valor la labor que hace la Farmacia Hospitalaria. ¿Cómo se consigue?
Las cosas se consiguen midiendo, midiendo lo que cuestan y lo que significan en términos de retorno. Sabemos que, aproximadamente, por cada euro que se invierte en un Servicio de Farmacia, sólo en retorno directo, se obtiene un beneficio de cuatro euros. Creo que hay pocas políticas y servicios que no sólo no generen un gasto, sino que presten una atención y signifiquen un beneficio económico para la sociedad.
Creo que los Servicios de Farmacia, desde el punto de vista de la eficiencia, tienen garantizada la sostenibilidad.
En una de las sesiones hablaba del RDL 9/2011 y la garantía de la sostenibilidad. ¿Podría ahondar en esta relación?
En España los modelos de autorización de medicamentos, establecidos por la Aemps, y la financiación, establecida por el Consejo Interterritorial, han ido en forma pareja. De hecho, el 96 por ciento de los medicamentos que se autorizan se financian por el sistema público. Esto ha hecho que no se hayan establecido algunas barreras que existen en otros países a la hora de autorizar, como sólo financiar aquellos medicamentos que aportan mayor valor añadido, desde el punto de vista social, o terapéutico, o que son dirigidos a poblaciones graves o con escasos recursos terapéuticos. Es verdad que existía el marco legal, pero en la práctica no se ha hecho.
En una época de crisis tan importante, España necesita establecer criterios de priorización para optimizar los recursos en medicamentos. Que el sistema costee aquellos medicamentos que mayor valor añadido aportan.
La Farmacia Hospitalaria cada vez tiene más peso, gestiona más pacientes y recursos. ¿Tendría sentido que una vez pasada la crisis se le dotara de más recursos?
Hay que ser conscientes de que el aumento de los recursos humanos de los servicios de farmacia ha sido progresivo y ha venido parejo a la implicación de los propios servicios en los hospitales y a una cartera de servicios cada vez mayor. Además, ha sido razonable en costes y rentabilidad. Por eso hemos crecido, hacemos más cosas, y contamos con más recursos humanos.
En una época en la que los recursos humanos no crecen en ninguna actividad es difícil pensar que lo van a hacer en Farmacia Hospitalaria. Pero siempre ha habido épocas de crecimiento y de líneas planas. Por tanto, pasaremos este momento, recargaremos las pilas y tiraremos para adelante. Hay muchísimas actividades que quedan por hacer para mejorar el uso racional de los medicamentos.
En la ponencia sobre farmacotecnia se planteó que los hospitales puedan unirse para hacer distintas líneas de trabajo y conseguir economía de escalas…
Es uno de los grandes retos, optimizar los recursos disponibles. Para eso es necesario que concentremos actividad, tengamos inversión en tecnología específica y competencia para realizarla. Lo podemos hacer los diferentes hospitales si somos capaces de coordinarnos y entender que la suma de todos en mayor que el beneficio de uno.
¿La propia Sociedad podría servir de vínculo?
La Sociedad puede facilitar el encuentro, pero estas decisiones dependen de personas y de la voluntad de hacer las cosas. Al igual que se han constituido los grupos de trabajo de forma voluntaria, empezará haber experiencia en diferentes ciudades para articularlo. No va a ser fácil, pero es una variable que debemos manejar. Estoy confiado y creo que será un avance muy importante que va a innovar el modelo de asistencia farmacéutica y de prestación en el área de elaboración. Habrá que esperar.
|